Las fotos de Grandma
Gramma. Marzo 2011.
“Por mucho tiempo mi fotografía significó ella”
Nació un 1 de marzo de 1925 en la capital. Fue la última de una marimba de niños que tuvo mi bisabuela, y esa sería la primera cosa que tendríamos en común, ser las últimas.
Vivió en Costa Rica hasta los 4 años, hasta que tuvo que irse con su familia a Escocia y quedarse allá un tiempo. Esa sería la segunda: migrar y cargar con una infancia interrumpida.
Fue siempre curiosa, inteligente, sensible y sumamente detallista. Me gusta pensar que todo esto también lo teníamos en común.
Coqueta, preocupada siempre por ser una dama impecable pero con permiso para divertirse, supo disfrutar la vida como pocos lo alcanzan. Envidiable.
Nos encontramos en el tiempo, ella como un alma joven y yo como una vieja. Me enseñó y des-enseñó, me preparó para lo que venía y me mostró cómo abrazar la vida, suficiente como para permitirme estar a su lado cuando ella decidiera soltar la propia.
Por mucho tiempo mi fotografía significó ella. Cuando ya no estuvo, no supe que hacer y me detuve. Hoy tres años después lo retomo al entender que todavía sigue conmigo, y que la magia de su manera de vivir residía en saber que la vida continúa.
A tu honor sigo caminando mi querida Gramma. Y mientras tanto te comparto con el mundo.
