Día 3
Queridxs todxs,
Me prometí que este sería un medio para distraerlos de la situación que estamos viviendo y aportar algo a la construcción de nuestro nuevo modo de vida. Sin embargo, solo por hoy decidí hacer una excepción y escribir al respecto pero siempre con el fin de ayudarlos.
Se dice que las crisis son oportunidades, y no tengo duda que muchas cosas positivas saldrán de esto (ya han salido miles). Pero, para que esta idea se implante en nuestro sistema y nos impulse a seguir adelante en una situación tan compleja como esta, es necesario tomar un respiro y entender algunas cosas antes.
De la misma forma que sucede con el fin de una etapa, una relación o una muerte, los cambios fuertes siempre involucran lutos. Hoy estamos viviendo uno, colectivo y global. El ruido y la urgencia para prevenir que este golpe sea lo más leve posible, nos mantiene en modo sobrevivencia. Intentamos salvar lo último que queda del barco en que navegábamos hasta ahora, al mismo tiempo que corremos a encontrar las mejores herramientas para enfrentar un futuro incierto. Este ruido no nos deja ver aún, que estamos llorando a una vida que no volverá a ser igual, a una sociedad que construimos por décadas y que hoy llega a su fin tal cuál la conocíamos.
Pero no todo es un fin. Al igual que con los lutos, tan pronto soltamos lo que ya no podemos cambiar, lo que ya no está, cuando dejamos de intentar buscar soluciones para devolver las cosas a como eran antes, entendemos que en realidad estamos al inicio de algo nuevo, y que la nueva normalidad, como algunos le dicen, es justo eso, la norma y no un período temporal para después volver atrás. Hoy elegimos cómo queremos que sea este nuevo comienzo.
No puedo seguir pidiéndole a mis papás respuestas desde su experiencia por que hoy todos somos nuevos en esto. Iniciamos desde el mismo punto, la pantalla #1 del juego de Nintendo sin experiencia previa. Hoy nos toca caminar como iguales para construir lo que queremos tener mañana, con la única ventaja que si somos suficientemente astutos, tomaremos nota de las lecciones aprendidas hasta ahora, para hacer los cambios necesarios en la nueva estrategia.
Parece ser muy temprano para pedirle a todos que comencemos a imaginar el mundo que queremos construir después, por que todavía estamos intentando sobrevivir a la emergencia y ni siquiera sabemos la fecha de inicio de ese después. Estamos digiriendo el dolor del golpe e intentando resolver, y está bien. Pero justamente imaginar ese futuro es lo que nos va a mantener motivados y avanzando a lo largo de este período de transición y de interminable adaptación. Es soltar lo que no podemos cambiar lo que dará espacio a la creatividad para hacer nuevos caminos.
Cierro con las tres palabras que mencionó el jueves Diego Delfino en su espacio Café para Tres, para que las pongamos en un post-it donde las podamos ver a diario, mientras dejamos que el imaginar el mañana comience a moldear cómo nos sentimos y nos mantenga de pie durante estos días.
Consciencia, prudencia y resiliencia.
Con cariño,
L.
PD. Abajo una foto para que ojalá les permita transportarse por un momento a un lugar distinto al actual.