¿Por qué escribo?
“Decidimos qué recordar y con el tiempo moldeamos lo recordado. ”
Escribir es sembrar una idea sobre un soporte, algo que por encima de todo lo que baila en la cabeza, brincó y tuvo la valentía de salir para crecer y transformarse en algo más.
Muchas veces (sino la mayoría) escribir nuestras ideas, es solo el principio de algo mucho más grande. Para mí comenzó como el camino para responder múltiples preguntas que me iba haciendo día a día. Comenzaba diciendo ahora que llegué a la casa lo apunto, pero para cuando llegaba ya se me había olvidado, así que lo primero fue escribir para no olvidar. No olvidar la idea y no olvidar lo que yo buscaba en ese momento determinado.
Releer algo que escribimos un tiempo atrás es todavía mejor que sentarse a ver fotos viejas, porque nos lleva a ese lugar difuso en la memoria para recordarnos quiénes éramos en un momento determinado, qué pensábamos y deseábamos, qué nos preocupaba y cómo eso fue el camino para llegar aquí.
Desde entonces, estas ideas han ido creciendo y transformándose en más. Algunas han sido un camino, otras han sembrado a muchas más, otras han sido el detonante para tomar decisiones y cambiar de rumbo, y muchas han quedado como recordatorios para no olvidar que en momentos de claridad entendí lo que realmente era importante para mí, lo que yo deseaba con toda el alma, y que sin importar lo distraída que esté con la vida debo volver a estas ideas para retomar mi verdadero propósito en este lugar.
